Desde que en 1973 el presidente filipino Ferdinand Marcos promulgó una nueva Constitución que puso fin a la república presidencialista, el deterioro de la economía se agravó de tal manera que el régimen tuvo que endurecer su política represiva y recurrir a un enorme aparato propagandístico centrado en la figura del primer mandatario, visto como un personaje heroico por su actuación durante la guerra. Los Estados Unidos no vieron con buenos ojos este nuevo factor de desestabilización, esta vez en el área del Pacífico, y apoyaron en su campaña a Corazón Aqui-no, esposa del líder de la oposición asesinado en 1983.
El objetivo principal del bloque occidental era pre-venir el desarrollo de la guerrilla del NPA e instaurar» un régimen democrático afín a su política, como había
sido el caso en América Latina.Las elecciones de 1986 dieron el triunfo a Marcos, al parecer de manera fraudulenta. Ello, después de días de tensión que fueron aprovechados por la guerrilla en sus avances, tuvo como respuesta la rápida actuación de los Estados Unidos, quienes conminaron al presidente para que depusiese y abandonase el país, sucediéndole en el gobierno Corazón Aquino
sábado, 20 de junio de 2009
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