sábado, 20 de junio de 2009

la Rusia de Stalin

I. V. D. «Stalin» (1879-1953) fue el sucesor de Le­nin. Con él se abría una nueva etapa política y eco-nómica en la Unión Soviética.
Stalin consiguió eliminar cualquier tipo de oposi-cion: aun los principales líderes del periodo revolucio-nario, como Trostsky o Zinoviev, fueron excluidos del partido. Zinoviev y otros políticos fueron incluso eje-cutados. Se puede decir que, de esta manera, Stalin se convirtió en el dictador absoluto del país.
Su política económica tendía al desarrollo industrial bajo el absoluto control del estado. Mediante la ela­boración de planes quinquenales (1928, 1933, 1938), la URSS se transformó en un estado industrial mo-derno. La agricultura se colectivizó, creándose para ello los koljoses (cooperativas colectivas) y los sovjoses granjas socializadas propiedad del estado).
En 1936 se promulgó una nueva constitución que introdujo algunas libertades, aunque el régimen de purgas las hacía a menudo impracticables. Entre las reformas constitucionales, cabe destacar el sufragio universal.
El Soviet Supremo (parlamento), formado por el soviet de la Unión (elegido directamente) y el Soviet de las Nacionalidades o (cámara alta, representante de as diferentes repúblicas), debía elegir al Consejo de comisarios del Pueblo y al Presidium (representación permanente de las cámaras).
Pero, junto a este complicado engranaje, se encon-traba el partido comunista, cuya burocratización in-terna propició la aparición de una casta política ce­trada en sí misma, y el único permitido y cuyos más altos representantes eran también los mandatarios en
el gobierno.

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