Con la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial se produjo el aislamiento de España del resto del mundo occidental. Presionada por esta situación la dictadura desarrolló una política económica de naturaleza autárquica que benefició a los grandes propietarios. A partir de 1940 se produjo una importante acumulación del capital gracias, entre otras cosas, a una abundante y barata mano de obra y a la protección estatal al capital financiero. La posterior ineficaz reinversión del capital excedentario condujo, no obstante, a la crisis de 1950.
De 1960 a 1970 España consiguió un desarrollo económico caracterizado por un rápido crecimiento de los sectores de producción de bienes de consumo. Durante esta época se realizó la modernización técnica de la sociedad española aprovechando los vientos de la favorable coyuntura económica mundial. Esta modernización se plasmó en un importante crecimiento económico: desarrollo industrial, ampliación del sector servicios, modificación de la distribución de las rentas y de la organización del trabajo etc. Todo ello en un marco carente de las libertades políticas esenciales que dificultaron la conexión de la economía española con la de su entorno europeo. Las contradicciones del desarrollo económico empezaron a hacerse patentes en 1967, fecha en que se inició la recesión económica y una fuerte actividad de la oposición clandestina contra el régimen.
sábado, 20 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario