La revuelta colonial fue un proceso generalizado al acabar la Segunda Guerra Mundial. Entre 1947 y 1962 desaparecieron los grandes imperios coloniales, en unos casos de forma pacífica, pero en otros, la mayoría, tras largas y sangrientas guerras.
Las ideas occidentales de soberanía, independencia y libertad se mezclaban con la denuncia al imperialismo y al sistema capitalista. Para los europeos, la dominación de las colonias sólo podía seguir si se aumentaban las medidas de fuerza, lo cual no sólo era demasiado costoso, sino que entraba en contradicción con su declarada ideología favorable al autogobierno por los indígenas.
La independencia política será, sin embargo, más teórica que práctica, dado que. económicamente, estos países, incapaces de autoabastecerse, seguirán dependiendo de los más avanzados. Así se inicia una nueva forma de imperialismo y se generaliza la denominación de Tercer Mundo.
sábado, 20 de junio de 2009
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